Queridos amigos de Getsemaní, paz a todos vosotros. En este tiempo un poco confuso e incierto, la vida ordinaria de muchas naciones está desestabilizada y las consecuencias son siempre para los más pobres y los más necesitados. Pidamos al Señor la gracia de leer este tiempo histórico con sus ojos, con la mirada fija en Él, que sabe y conoce... para que podamos crecer en la confianza en Dios, que nunca nos abandona. En nuestras lecturas espirituales hemos encontrado un escrito en el que Jesús ‘dicta' a un alma mística la Hora Santa". Os hacemos llegar sólo un pequeño fragmento, que nos parece que puede ayudarnos a vivir este tiempo estando con Él AQUÍ en Getsemaní: ''Soy Dios y soy Siervo vuestro, y estoy aquí esperando que me digáis: ''Tengo hambre'' para darme como Pan a vosotros. (...) Soy Dios y os ruego que améis mi Corazón. Os lo ruego. Por amor vuestro, porque si me amáis os hace bien a vosotros. Yo soy Dios. Con o sin vuestro amor soy siempre Dios. Pero vosotros no. Sin mi amor sois nada: polvo. Yo os quiero conmigo. Os quiero aquí. Quiero hacer, de vuestro polvo, una luz de bienaventuranza. Quiero que no muráis. Sino que viváis, porque Yo soy la Vida y quiero que vosotros tengáis la Vida''. ¡Oremos, demos gracias al Señor por su amor eterno y desmesurado! Intercedamos juntos ante el altar de Dios por toda la humanidad, con gran confianza en que Dios nunca nos abandona y quiere nuestra salvación.
Hora Sancta
Somos los hijos de Francisco, custodiamos por voluntad de Dios uno de los lugares más queridos por Jesús: el jardín llamado Getsemaní